Surrealismos...

Sábado. Escocés Incomprensible me ha invitado pasar el día en su casa para ver películas de acción (y yo, encantada con poder ver pelis en un televisor de pantalla plana). Tras servir la pizza y apalancarnos en el sofá, me doy cuenta de que a) mi pelo, que llevo suelto, me molesta para comer y que b) me he dejado la goma del pelo que suelo llevar alrededor de la muñeca en casa. Mientras me recojo el pelo con las manos, miro con ojo crítico a Escocés Incomprensible, que lleva por lo habitual el pelo muy corto.

ANuRa (anticipando la respuesta): “¿Tienes una goma de pelo a mano, por un casual?”

Escocés: “Ehhhh… No, no creo.”

ANuRa: “¿Una goma de pollo?”

Escocés: “Tampoco.”

ANuRa (perdiendo la paciencia): “¿Cintas? ¿Cordones de zapatos? ¿Hilo de embalar?”

Escocés: “Ninguno disponible…”

ANuRa (exasperada, decidiendo tomar medidas desesperadas): “¿Un calcetín?”

Escocés: “… … … ¡¿UN CALCETIN?!”

ANuRa: “Limpio, a poder ser…”

Si no demuestro al menos una vez al día que, como buena bióloga, soy una maestra de la improvisación, me falta algo.

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Me cruzo con una compañera del curro en el pasillo delante de la oficina de Jefe Primero. Es la chavala que está organizando un regalo de boda para otra coleguilla del laboratorio.

ANuRa: “Hey, Apañera, te he traído el dinero. Paso por tu oficina y te lo dejo…”

Apañera: “Vale, prepararé las drogas.”

ANuRa: “… … …”

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En bar en Edimburgo, once de la noche, Screaming Buddy y yo estamos repostando una cerveza, después de visitar la inauguración de una exposición sobre vikingos donde nos hemos dejado maquillar varias heridas abiertas, yo en la cara, Screaming Buddy en el cuello. Hablamos durante un rato de los chistes que usé en mi última presentación cómica, que iba de órganos y disecciones. En un momento dado, tras dos pintas (y bastante animada), y sin previo aviso, Screaming Buddy se gira al chaval que está sentado a su lado en la barra, al que no conocemos de nada y, hasta ahora, ni siquiera le habíamos dirigido palabra.

Screaming Buddy: “¿Puedo recabar tu opinión sobre la estética del útero de la hembra del erizo común?”

ANuRa (atragantándose de golpe con la birra): “Pffffffff…”

Para nuestra sorpresa, el chaval replica con aplomo, sin parpadear siquiera al ver nuestras pintas ensangrentadas, como si semejante interrupción de la conversación que estaba manteniendo con su compañero fuera su pan de cada día.

Chaval: “Interesante pregunta. Hasta este momento nunca me había planteado el aspecto estético de ese órgano en particular, pero ahora que has sacado el tema esto me recuerda que hace unos años vi publicado un calendario con las expresiones de varios animales durante el orgasmo.”

Screaming Buddy y yo nos miramos con los ojos muy abiertos.

Screaming Buddy y yo (casi a la vez): “Oh, my goodness, ¡ES UNO DE NOSOTROS!”

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Escocés Incomprensible y yo estamos en su coche por una carretera comarcal, contándonos chorradas.

Escocés: “Caballeroso ha estado diciendo que un día podríamos ver The Host.”

ANuRa: “Buena idea. Es una película fantástica.”

Escocés (mirándome con cara de pasmo mientras ignora durante unos segundos la carretera): “¿En serio? ¿La has visto?”

ANuRa: “Si, la vi en el cine.”

Escocés (casi taladrándome con los ojos): “¿Has ido al cine a ver The Host SIN MI? ¿Cuándo?”

ANuRa (preguntándome qué demonios le pasa a este hombre): “Escocés, puede que te resulte de nuevas, pero es una peli vieja, la estrenaron es Las Patrias en el Año De Mi Segundo Máster y creo que fue con un año de retraso, así que…” (De pronto, caigo.) “Oh, mierda, tú te estás refiriendo a The Host de Stephanie Meyer, ¿verdad? ¿La película que estrenaron la semana pasada?”

Escocés (con cara de “por favor, era obvio”): “Sí.”

ANuRa (en un ataque de erinia): “¡Y UN CUERNO VOY A VER ESA MIERDA! ¡QUE ESTA PENSANDO CABALLEROSO, PROPONIENDO IR AL CINE PARA ESO!”

Escocés Incomprensible respira hondo, aliviado por mi reacción. Al parecer, ya iba a espetar algo en la línea de “¿Quién eres tú y que has hecho con ANuRa?”.

Escocés (tras un rato en silencio): “¿A qué película creías que me estaba refiriendo?”

ANuRa: “A la película coreana de terror.”

Escocés (con cara de póker): “Ah.”

ANuRa (haciendo énfasis): “Ganó un montón de premios. Es genial. Sim-ple-men-te genial.”

Escocés (conflictuado): “Te creo.”

Al parecer, a veces tiene dificultades aceptando que hay momentos en los que su novia es más friqui que él.