Manualidades

Anticipé en la anterior entrada, pero mejor lo hago ahora antes de que se me vuelva a ir el santo al cielo.

Un hombre burro para Pedro, que por alguna razón siente una tremenda afinidad por la segunda parte de la mutación (que sea italiano me hace sospechar que sabe a qué equivale el bicho en castellano, pero cosa suya...).

Ida de olla que se nos fue de las manos una tarde de cervezas. Si el Tío Sam puede, ¿por qué nosotros no?

A día de hoy cuelga en mi despacho. 

 Resultado de la frustración de ver cómo mis veinte se acaban (no more comments needed).

Camiseta que regalamos al informático del departamento. Al parecer, el tipo tiene costumbres extraordinarias cuando tiene que dormir en un avión. La camiseta era para que las azafatas (o azafatos) dejaran de incordiarle mientras duerme. 

 Regalo para otro tipo que acabó el doctorado. Como trabaja en la sección de morfología y los huesos le molan más que a mí (que ya es decir), le montamos un reloj de huesos.

Bueno, por ahora estos son los dibujos que tengo a mano. Ya veré que puedo colgar en venidero.