Sí, ya lo sé, hace siglos que no doy señales de vida. Desde el paritorio de Brodera… no tengo perdón…
Desde entonces han pasado muchas cosas que imagino que a nadie le importa, pero que voy a relatar porque yo lo valgo.
- Me he doctorado (“Trust me, I am PhD…”)
- He conseguido un curro chulísimo en Escocia. Por tres años. Todos gastos pagados (bueno, me los pago yo, pero al menos me los puedo costear).
- Desde principios de marzo vivo en St Andrews, un pueblecito que consta de una universidad y accesorios… Exageración por mi parte, pero es que aparte de eso y unos supermercados ya no hay más. Si el centro SÓLO tiene tres calles (Norte, Mercado y Sur, como en los relatos de Mis Autores)… Pero tiene el caché de que es donde “Guillermo conoció a Kate”… Un día de éstos tendrían que hacer la película…
- Desde que llegara a estos andurriales he sido un culo de mal asiento: que si a Suiza para reglar la mudanza (un sinvivir), que si a Utrecht – Holanda – a pactar con el banco de cerebros para que nos deje un par, que si casa arriba, casa abajo…
- Mañana pillo un vuelo a Ueseá.
Y vale, lo confieso, este último punto es la razón por la cual, absolutamente “out of the blue”, he decidido postear deprisa y corriendo lo siguiente.
Es que me lo pide el cuerpo y todo lo demás. Tengo que soltarlo.
En veinticuatro horas he aprendido lo siguiente:
- Es una mierda vivir en una localidad sin aeropuerto adosado. Bueno, Dundee estâ a la vuelta de la esquina pero es para “golfistas, only”. El aeropuerto de Edinburgh (siguiente conexión internacional) queda a dos horas en bus, porque, por no tener, no tienen ni estación de tren… Parece mentira…
- Que ésa es otra: es una mierda vivir en una localidad en la que no hay servicios de bus nocturno. Que parece mentira que a estas alturas peque de urbanita y eso, pero es que… señores… seamos serios… Ah, ¿qué se debe a que como es una universidad elitista se supone que tenemos que tener coche? La madre que os parió.
- Es una mierda darte cuenta de los dos puntos anteriores después de haber comprado un ticket de avión para cruzar el charco que sale a las 9:30 de la mañana. Porque entonces te das cuenta de que, oh shit (me estoy aclimatando, como podéis comprobar), eso significa que tengo que llegar al aeropuerto como mínimo a las 7:30, lo cual significa a su vez que tengo que salir de casa dos horas antes, a las 5:30… Joder, menudo madrugón me voy a pegar, y llevo tres en racha para coger aviones...
- Y es una mierda mirar el horario de buses y te das cuenta de que el primer autobús sale a las 6:30. Cagada, pastorets… Pero, de pronto, piensas “coi, espera un momento, si no pierdo el segundo bus (que se las trae, la incertidumbre) puedo llegar a las ocho en punto al aeropuerto. Tengo hora y media para pasar por todo el protocolo. Pero… quizás me estoy haciendo ilusiones… Vamos a llamar a la compañía aérea para ver con cuánta antelación tengo que estar en Edinburgh…”* Pues bien, entonces llamas a la compañía – cinco minutos con música de fondo de algún musical de los cincuenta, a saber cuál, me sonaba, pero no sé de qué, se me olvidó preguntar – y te contesta una mujer que suena agobiada por tener que trabajar en festivo (yo, como soy atea, lo del Lunes de Pascua, como que no me afecta: yo he ido hoy a currar). Y te dicen que tienes que estar en el aeropuerto con TRES HORAS DE ANTELACIÔN.
- Es, en consecuencia, también, una mierda tener que pedir un taxi para mañana a las cinco de la madrugada que sale a 70 libras esterlinas para llegar al aeropuerto a las 6:30. Que duele, pero me dolería más perder el dichoso avión, que me costó el dichoso ticket diez veces más, caray. Que al final con dos horas iré más que sobrada…
- Última pieza de sapiencia: es una mierda viajar a Ueseá. Siempre pasa algo...
Como ahora, para colmo, los del aeropuerto de Nueva York (sí, esta vez me ahorro el control de Chicago) me caneen, monto una revolución necrofílica de órdago.
Así que esta tarde la voy a dedicar el resto de la tarde a hacer un cartel muy bonito con letras en tamaño 120 que diga:
LOS VUELOS TRANSATLÁNTICOS REQUIEREN DE TRES HORAS DE ANTELACIÓN
Y
NI SE TE OCURRA VOLVER A COMPRAR UN TICKET DE AVIÓN QUE SALGA DE EDINBURGH ANTES DE LAS ONCE DE LA MAÑANA
(a no ser que pilles plaza el día anterior en un youth hostel…)
Y voy a clavarla con clavos del treinta en la pared de mi oficina.
Hoy he aprendido un montón.
Ps: Bendito mi sentido de la paranoia… Mira que si no se me ocurre llamar para relajar mis ardores estomacales…
*Alguno de vosotros, hijos de Vuestra madre, dirá que vaya pieza de viajera soy, dando vueltas por el mundo y no sabiendo esto… Pos no, no lo sabía… Es lo que tiene que ni de Barcelona ni de Zurich saliera en vuelos directos: pillas los indirectos estando ya en el aeropuerto, sin canjes. Así que ahorraros el comentario.
1 comentario:
Mola mucho aprender cosas nuevas... XD
¡Me alegro de tu vuelta y mucho más, como bien sabes, de todo lo demás! Nice trip, besos y a disfrutar, oiga.
Y siendo un poco malvado, que sí te caneen un fisco o algo, así tienes para más entradas, jijijiji.
Salud.
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